En Malaquías no solo estaban acusando a Dios de injusto, pero también de cómplice
• Para los israelitas en el tiempo de Malaquías, ver la "injusticia" de Dios, no era la razón por la cual no quería creer en Él; sino era su excusa para no ser fieles a Dios.
La respuesta de Dios ante la acusación falsa de los israelitas es mandar su mensajero con un fuego: purificador para los justos, y consumidor para los malvados. La esperanza para todo creyente es que Dios está dispuesto a purificarnos: quitar lo malo de nuestras vidas, y sacar lo mejor de nuestra vidas.